miércoles, 17 de abril de 2013

La masacre de los comunistas de la 20 y un capitán


Este miércoles se cumplen 41 años de la muerte de 8 militantes comunistas en la Seccional 20° sobre la calle Agraciada.

El 17 de abril 1972
Son fusilados ocho comunistas en el Seccional 20

 “Y el 17, la tragedia... Fuerzas militares y policiales cercaron, sin motivo aparente, la seccional comunista del Paso Molino. El asedio de muchas horas tuvo un epílogo sangriento. Ocho de los ocupantes del local fueron acribillados sin piedad.

Me cuesta describirles la honda amargura que me embargó. Hablé en nombre de la CNT durante el acto de despedida a estos mártires. Miles de obreros marcharon en silencio, con los puños en alto. Teníamos la convicción de que se buscaba desencadenar un espiral sin fin de violencia. La frase que aún me queda grabada del discurso que pronuncié decía que estábamos unidos y firmes y el fascismo no pasará".


Convocamos a un paro general que extendimos de veinticuatro a cuarenta y ocho horas para tratar de evitar nuevas provocaciones. Hicimos hincapié en que los obreros permanecieran en sus casas. Había que impedir más muertes.


Pero la guerra continuaba.” (1)




“"La 20 era un baluarte, un lugar de militancia muy fuerte, de gente aguerrida" recuerda Noemí Apostoloff. "Estábamos en una zona de gran concentración obrera y nosotros nos pasábamos en las puertas de las fábricas, hablando con los obreros, pintando los muros, haciendo finanzas, repartiendo EIPopular. Es difícil trasmitir lo que era ese mundo porque hoy ya no hay nada en la zona. Sólo quedan los esqueletos de las fábricas.” (2)


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“El Seccional 20 del Partido Comunista Uruguayo y esta zona del Paso Molino son el escenario de la matanza que ocurre en la madrugada del 17 de abril de 1972. Siete militantes son asesinados en el lugar y dos quedan heridos, uno de ellos muere once días más tarde. Un capitán del Ejército, que recibe un balazo en la cabeza, muere casi dos años después.


El Partido Comunista ha organizado un sistema de guardia permanente en todos los locales. El Seccional 20 ha sido objeto de atentados y los militantes han instalado en la azotea, sobre el pretil, una plancha de hierro para protegerse de posibles balaceras cuando vigilan por la noche.” (2)


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“La guardia nocturna ese domingo corresponde a los comunistas, de la metalúrgica Nervión, donde en abril d 1972 trabajan más de 700 obreros.


José Abreu, Héctor Cervelli, José Machado y Enrique Rodríguez son comunistas y obreros de Nervión. Los cuatro se preparan para terminar el día en el Seccional 20. Llevan abrigo, van a pasar la noche en el local. El lunes, la jornada empezará temprano: a las seis de la mañana hay que estar en la fábrica.


José Abreu morirá esa noche. Héctor Cervelli, diez días más tarde. José Machado y Enrique Rodríguez sobrevivirán a la matanza.” (2)


Comienza la matanza



“La reconstrucción de la masacre no es fácil. Una o varias operaciones de ocultamiento han hundido en la oscuridad aspectos y detalles importantes de los hechos. Hay interrogantes nunca respondidas, versiones encontradas, confusión.


Sin embargo ningún vecino ha olvidado la hora en que comenzó la matanza: minutos antes de la una.


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Vecinos de la zona me dicen que una de las familias del Edificio de la junta vio paso a paso cómo ocurrió la matanza. Me parece imposible ubicar a alguien que vivió hace treinta años en una pensión y que se fue del barrio sin dejar rastro. Sin embargo un día el testigo aparece, es Omar Mesa. De todos los vecinos con los que hablé, él es el único que vio. Vio caer a José Machado primero y a los otros después: "Los militares golpearon y tiraron abajo la puerta del local. Gritaban '¡Salgan, corran, perros!'. Un hombre parado al costado de la puerta disparaba a los que iban saliendo". (2)


.......................01.30


"A lo largo de toda la noche El Vintén, tirado en la azotea a oscuras e inmóvil, oye morir a los compañeros. Oye la descarga. Escucha cómo los van rematando. "Hasta el día de hoy siento los gritos de Raúl Gancio: '¡No me dejen morir!'. La voz cada vez más espaciada, los quejidos sordos. Y después silencio".(2)



02.00


"Omar Mesa estuvo pegado a la ventana de su apartamento en el Edificio de la junta desde que empezó el operativo. Dice que su recuerdo es tan claro que puede marcar con precisión el lugar donde cayó cada uno de los obreros, y dibuja la escena sobre un papel. "Yo los conocía bien porque aunque nunca fui comunista siempre paraba en la 20 a tomar mate con los muchachos. vi. cómo los iban matando a medida que salían: Ruben López cayó en la casa vecina a la 20, Elman Fernández, en el frente de la casa. Por Valentín Gómez cayeron Justo Sena y Raúl Gancio. José Abreu cayó frente a la ferretería. Ricardo González, en el medio de la calle. A Mendiola le hundían una bayoneta. Mi madre oyó los gritos: 'Por cada uno de nosotros que maten, vamos a matar a siete de ustedes".


Las heridas cortantes que la autopsia hecha a Mendiola califica de "heridas raras" fueron con seguridad provocadas por la bayoneta que menciona Mesa." (2)


03.00" Llegan dos ambulancias de Salud Pública. Hay médicos y enfermeros que se ofrecen para atender a la gente. Pero no les permiten acercarse hasta las siete y media de la mañana, cuando los heridos ya están muertos.” (2)






Viernes 18 de abril de 2008 Memoria de la masacre de la Seccional 20, el último sobreviviente recuerda los hechos

Machado: Fue "el asesinato más grande de la historia"

José Machado es el último sobreviviente de los militantes comunistas presentes en la Seccional 20 la madrugada del 17 de abril de 1972, cuando un comando de las Fuerzas Conjuntas fusiló a ocho camaradas, a pesar de haber recibido en la ocasión un balazo en la cabeza.

Escrito por: Marcel Lhermitte
 "En agosto voy a cumplir 78 años y sigo afiliado a la Seccional 20″, señala antes de comenzar a relatar los detalles de la masacre que ocurrieron hace 36 años y sobre la que los responsables quedaron impunes recuerda.

–¿Cuándo comenzó a militar en el Partido Comunista?
–Vine de Durazno con 22 años e ingresé al Partido Comunista en seguida, apenas entré a trabajar en la fábrica Nervión.

–¿Antes de la madrugada del 17 de abril ya había hecho guardias en la Seccional 20?
–Sí. Pudiendo, siempre las hacía. Tuve un accidente un mes antes, me cortó la punta del pie una máquina en la fábrica, estuve internado seis meses. Salí y pasó esto. Unos días antes había sacado la Lotería.

–¿A qué hora comenzó su guardia en la Seccional 20?
–El 16 de abril empezamos la guardia a eso de las ocho de la noche, éramos once compañeros, en total y ya preveíamos que algo nos podía llegar a pasar, nos habían avisado.
Primero apagaron todas las luces de la zona, pasaban las camionetas llenas de militares de un lado a otro, nosotros los veíamos a través de un vidrio desde adentro del local.
Alrededor de las dos de la mañana empezaron a golpear la puerta los militares y nos gritaban: abran comunistas hijos de puta. Nos partieron al medio una puerta de cedro, que era muy gruesa. La puerta la echaron abajo y nos seguían gritando: “Salgan, salgan hijos de puta”. Ahí salió Héctor Cervelli, adelante, que estaba conmigo cuidando la puerta, atrás fui yo.

–¿Qué vio cuando salió?
–Había un militar sobre la derecha de la puerta, que supongo era el que nos gritaba. Apenas pisamos la vereda le dieron unos cuantos balazos a Cervelli, yo lo vi que se retorcía y caía.
Apenas salí a la puerta sentí un guascazo en la cabeza y se me terminó la suerte. Después no me acuerdo de más nada.

–¿Le pegaron un balazo en la cabeza desde atrás?
–Sí, bien de atrás. El tipo que estaba contra la puerta fue el que nos dio. Todavía tengo un pedazo de bala metido en la cabeza.

–¿Los restantes compañeros dónde estaban?
–Arriba. Después, según me dijeron, los hicieron salir y los acribillaron en el piso, algunos quedaron horas en el piso desagrándose.

–¿Cómo sobrevivió?
–Nos llevaron enseguida al Hospital Militar. Cuando ellos le pegaron un balazo al capitán Wilfredo Busconi se asustaron, que creo era el que estaba en la puerta. Había una ambulancia que nos llevó a Busconi, a Cervelli y a mí.
No sé cuántos días estuve en el militar, un mes más o menos, estuve en coma.

–Les quisieron adjudicar el disparo a Busconi.
–Sí, pero nosotros no teníamos armas.

–¿Se enteró de la masacre estando internado en el Hospital Militar?
–Sí, me hicieron hacer un montón de declaraciones, había estado de guerra interno, me llevaban al Juzgado y yo les decía la verdad. Después quedé preso. No fui de los que pasó peor, estuve los primeros días sentado en una silla, tenía que dormir sentado.

–¿Sabe quiénes fueron los responsables de la masacre?
–El principal era Busconi.

–Hace 36 años ya de esta masacre. ¿Cómo ve los hechos hoy, a la distancia?
–Como el asesinato más grande que se hizo en la historia. ¿Por qué lo hicieron? ¿Qué necesidad había? Fue el atropello más grande que nos hicieron y se equivocaron, porque ahora la van a pagar, todo porque éramos comunistas y porque íbamos al frente.

–¿Está satisfecho con que violadores de los derechos humanos hayan sido procesados?
–Tendrían que ir presos todos los que tienen culpas. Hay muchos, militares y algunos políticos, que tendrían que ir también.



La mayoría de las lesiones que presentaban las víctimas fueron producidas por proyectiles de arma de fuego.
No se pudo determinar el calibre de ninguno de los proyectiles; sólo uno fue recuperado en la autopsia y no se disponen de datos sobre sus características. La naturaleza de algunas lesiones indica que debieron ser causadas por proyectiles de elevada energía (algunas de las heridas comprobadas en los casos 2, 3, 5 y 6).
No es posible determinar la distancia a que fueron realizados los disparos, si bien la ausencia de toda mención a existencia de tatuaje y ahumamiento indica una distancia superior a un metro, aun en el caso de tratarse de armas militares(22).
Se estableció la existencia de una lesión contusa de escasa significación (probable lesión perimortal por caída en el caso 3).
En el caso 2 se encontraron dos lesiones de tipo punzo-cortantes, compatibles con las producidas por bayoneta, lo que concuerda con versiones de testigos que aseguran haber presenciado su producción cuando el cuerpo estaba en el piso(21). Una de las armas involucradas podría ser el fusil M-1 Garand, dotado de bayoneta, empleado por el Ejército entre los años 1950 y 1970(23).
El caso de la herida del capitán Busconi es el que motivó las versiones más contradictorias. La explicación oficial, recogida en el Comunicado Nº 77 de las Fuerzas Conjuntas difundido en la prensa del día 18 de abril y reafirmado por el entonces ministro de Defensa Nacional en el Parlamento, es que uno de los civiles al abandonar el local extrajo un arma escondida entre sus ropas y disparó hiriendo al oficial(20, 21). De acuerdo con esta versión se debe presumir que el arma causante de la herida fue un arma de fuego de puño.
Resulta relevante la lectura de las diversas comunicaciones sobre el armamento descubierto en el local político después del operativo. Todas son versiones contradictorias, según se examine lo expresado por el ministro de Defensa en el Parlamento*, el informe de la Dirección Nacional de Policía Técnica del 20 de abril de 1972†, y los informes del Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA) de la Región Militar Nº 1 del Ejército, del 29 de abril y el 8 de mayo de 1972‡. Todas las armas de fuego mencionadas en estas versiones son de uso civil y diseñadas para disparar munición de baja velocidad, por lo que están dotadas de baja energía cinética y capacidad destructiva(24,25) (tabla 2). La versión de los parlamentarios de la oposición es que no había armas de fuego en el local en el momento del incidente.
Las lesiones provocadas por armas de proyectil único de fuego anular y baja velocidad (caso de los revólveres calibre 38 o un rifle de fuego anular calibre 22), al igual que las lesiones causadas por una escopeta de uso civil, son las encontradas en la práctica médico-forense cotidiana. Sin embargo, la naturaleza y entidad de la lesión descrita en el caso 9, tiene características completamente diferentes. Se trataba de una lesión única, "con gran efecto explosivo", con entrada y salida, que comprometió el hemisferio cerebral izquierdo en forma muy extensa, multifragmentó el cráneo, provocó exoftalmo y pérdida de masa encefálica por la salida y el oído. Es obvio que no podía tratarse de un proyectil convencional de uso civil. Por el contrario, tal es el patrón lesional esperable en las heridas producidas por proyectiles alta velocidad y, en consecuencia, dotados de elevada energía cinética. Estas lesiones, bien descritas en la literatura médica, son coincidentes con las que presentaba el oficial herido. Deben su extensión a la formación de una cavidad temporaria cuyo diámetro es varias veces mayor (de 11 a 12,5 veces) que el diámetro del proyectil. La presencia de un orificio de salida es bastante indicativa de que se trató de munición blindada(26-31). Por tratarse de un proyectil de alta velocidad, seguramente blindado, puede afirmarse que fue disparado por un arma de guerra. Entre las armas empleadas en la época por las Fuerzas Conjuntas, capaces de provocar una herida de tales características, pueden mencionarse el fusil M-1 Garand§ y la carabina M-1¶ (22, 23, 26-31).
La demostración de que el oficial no fue herido por ninguna de las armas de fuego que habrían sido encontradas en el local político y que sus heridas son las esperadas en la víctima de un disparo único por un arma de guerra, concuerda con la opinión expresada por el comisario Alejandro Otero, ex director del Departamento de Inteligencia y Enlace de la Policía(21).
Los documentos examinados no permiten determinar con exactitud cómo ocurrió el hecho, pero resulta muy significativo lo establecido por el fiscal militar de 5º turno††, en una de sus conclusiones de la investigación: "Constatado, como queda dicho, que sucesivamente según el arribo de las distintas fuerzas intervinientes, tomaron providencias e impartieron órdenes de acuerdo a su personal interpretación de la situación, aislada y parcial, no pueden sorprender ocurrencias ajenas al fin propuesto. Tal el caso del Capitán Busconi, quien aparece por su propia cuenta pretendiendo penetrar al local en momentos en que salían de él militares, policías y otras personas".
En el caso 10, la valoración por la clínica y los estudios complementarios (radiológicos y de campimetría) permitieron confirmar la existencia de la lesión que surgía del análisis de los documentos.
Desde el punto de vista del manejo médico-legal de la situación, se destaca el hecho de que en el caso 8 se haya extendido el certificado de defunción en el propio Hospital Militar, por un médico no forense y sin la previa autopsia judicial correspondiente. La norma que prohíbe a los médicos (salvo que actúen como médico forense, por orden del juez competente) expedir el certificado de defunción en los casos de muerte de causa violenta data del año 1889‡‡ (32). La enseñanza impartida desde la Cátedra de Medicina Legal de la época§§ respecto a la muerte violenta y el certificado de defunción era categórica: "En todos estos casos, el único habilitado para firmar el certificado de defunción es el médico forense del turno correspondiente. Esto lo hace previo reconocimiento o autopsia del cadáver, a solicitud del Juez, para tratar de establecer la causa y circunstancias de la muerte(33). Tal interpretación se ha mantenido inmodificada hasta el presente(34-36).

Fuente:  http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?pid=S0303-32952003000200006&script=sci_arttext&tlng=es




12 comentarios:

  1. Todas estas muertes no tienen perdon, a gente inocente, sin armas ni defensas. Trabajadores y cooperadores con los procesos populares. Matarlos cobardemente, no hay perdon. Aunque sea de distintas ideas, esto demuestra mas, como un Rodney Arismendi tendria que haberse quedado a luchar desde donde fuera. Por el solo hecho de que esos hermanos murieron indefensos.
    Hay un viejo dicho en la Biblia: el caba la fosa para otro, se la esta cabando para si mismo, eso es lo que le paso a Busconi. Un cristiano del Tercer Mundo.

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    1. Arismendi no se fue,no te sumes al anticomunismo que los asesino, Arismendi fue expulsado del pais.

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  2. Si la agonia de Busconi fue larga, fue el castigo por la muerte que dio sin piedad a 8 personas que eran padres de flia, que teninan ideales altos, murieron tal como fueron en vida, decentes, honestos y limpios.En cambio aBusconi lo mataron accidaltamente su propio grupo armados, criminales que ironico que moraleja. Un viejo sabio. Busconi, la muerte lo habia citado tambien. Por haberse coqueteado con la muerte.
    "Las armas las carga el diablo"

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  3. Eso, o ya estaba en los planes de los asesinos digitados por la CIA que ese iba a ser el que pagaría el pato para acusar a los comunistas de haber disparado y así poder matarlos con el argumento de que estaban armados y dispararon. Si. Busconi pagó caro su ganas de matar. Estos asesinos no se dan cuenta que en los planes de la CIA no se salva nadie cuando se ponen en acción. Pero todavía hay militares que les besan el culo a los EEUU.

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  4. Busconi quizo ademas ser un heroe, el hombre que iba a limpiar a 8 personas con ideas grandes y pensamientos distintos que sin armas eran mas temidos que nadie. A Busconi lo mato la propia escoria que el tenia y le gustaba. Su alma estara en las tinieblas preguntandose y buscando respuestas sin paz de que lado de mis esclavos vino la bala.

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  5. Te estoy de acuerdo compa, en lo que decis y junto a el estara Amodio Perez, en las tinieblas buscando la identidad de el perdida, no nombre, no exite, perdio su alma.

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  6. Siempre me he preguntado cual es el trabajo de las FFAA del pais, comen bien, ganan bien, ascienden a cargos. Los que conoci cuando era muchacho en el liceo que entraron a hacer la carrera militar, no eran buenos estudiantes, ni tampoco inteligentes, pero eso si derechistas y fascitas que repetian los preparatorios y despues se metian en la fuerza militar o terminaban de informates, como decian investigaciones. En Espana decian si quieres vivir bien hacete militar o cura. No estaban errados los gallegos.

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  7. Yo viviá a 4 cuadras y sólo sé lo que vi, pero una vecina con sus hijos vivía en la misma manzana del comité a pocos metros de Agraciada sobre Valentin Gómez. De madrugada dos soldados casi le tiran la puerta abajo a golpes. Los dejó entrar, subieron a la azotea y comenzaron a disparar como locos hacia el comité del lado de atrás con rifles de carabina de alto calibre. Por la altura de la azotea y la del comité, puede trazarse una tangente que permite suponer que los tiros que mataron al oficial que estaba frente al comité del otro lado de Agraciada, detrás de unos muritos que había frente a una ferretería "Diano", pudieron haber provenido también de los dos soldados que dispararon a fuego cruzado.
    Los caños que sostenían el toldo de la ferretería tenían uno o dos balazos de grueso calibre (como de ametralladora o carabina) se vieron por décadas. Disparos contra la fachada de la casa en Lozano y Agraciada que tenía unos bordes de vidrio contra el revoque de la fachada sobre Lozano de color lila se vieron hasta hace poco que remozaron el frente, sacaron esos vidrios y pintaron todo.
    No comulgo con el comunismo porque lo considero ajeno a nuestros ideales republicanos.
    Pero cuando puedo aportar algo: aporto.
    Los soldados existieron, estuvieron en la azotea y agarraron al comité a fuego cruzado.
    Del resto sólo sé lo que dice la prensa.

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  8. Yo pasé una vez caminando por ahí ...

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  9. Solo puedo decir que siendo hija del otro sobreviviente de esa masacre la versión sería otra. Lamentablemente mi papá también no está pero aunque yo no lo viví puedo decir que estoy cansada de que la verdadera historia siempre sea tergiversada. Ni olvido ni perdón!!! Nadie tendría que sufrir ni siquiera un insulto solo por pensar diferente.

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  10. Es extraño el cerebro humano: se dice"gente inocente,sin armas ni defensas". Lo cual no es cierto. Basta con leer más arriba.Si había,aunque de poca potencia ("de las armas de fuego que habrían sido encontradas en el local político").(caso de los revólveres calibre 38 o un rifle de fuego anular calibre 22).- La gente ve solo lo que quiere ver ....

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